lunes, diciembre 29, 2008

Moby Dick

¿Tanto bombo para esto?

Moby Dick, de Herman Melville es otra de esas grandes obras de la literatura universal que a este humilde Replicante, tras su lectura, le dejan más allá de lo indiferente. Supongo que las dimensiones de la novela y las excesivas y enciclopédicas disertaciones sobre el arte de la ballenería acaban por matar toda la magia de la novela, aunque para muchos su gracia radicará precisamente en esto.

En las 680 largas páginas se debuta con un memorable "Pueden ustedes llamarme Ismael" que engancha inmediatamente durante aproximadamente 100 páginas, para luego endosarte otras 400 de tedio para recuperarse en las 100 finales, sensacion que no tenía desde "El péndulo de Foucault" de Umberto Eco. Como tengo más que calado el efecto de primacia y resencia (todo lo contrario) el balance de la novela termina siendo mediocre. No quita como siempre, que acabe uno con la molesta sensación de que otra vez, la novela me viene grande.

3 comentarios:

Tercera Opinión dijo...

Suele pasar con aquellas novelas que han sido tan "usadas".
No he leido Moby Dick ni otras muchas justamente porque parece que sin haber cogido el libro uno ya las ha terminado.

Un saludo.

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P.D. No acabo de entender lo de no hay un luego, es que hoy estoy un poco espeso :)

Un abrazo y felices fiestas.

Tercera Opinión dijo...

Es verdad. Como ya te he dicho, hay horas en las que uno está un poquito espeso. :)

Feliz año a ti también.

cosmofonio dijo...

Pues tienes razón.

En este caso, es mejor la peli.