Hoy el cuerpo me ha dicho basta. Me han faltado fuerzas para bajarme de la cama y subirme al mundo, uno también es humano, y la marcha impuesta en este maratón acaba fatigando, tocando fondo. Me pongo en pie, descubro lo frágil de mi persona y decido que hoy no puedo enfrentarme al ejército de horas de lucha que me esperan, ardiente, tambaleante, decido que no, que hoy no, hoy que luchen otros por mi. Me planteo qué pasará si tomo esta decisión, y me doy cuenta de todas las cosas que dependen de mi persona, esas cosas de las que uno no se da cuenta, ni valora, cuando encerrado en mi propio mundo me planteo si mi existencia sirve para algo.
Ya está hecho, el mundo sigue rodando aunque mi engranaje se haya desencajado, vuelvo a mi guarida, me oculto y me digo a mi mismo que aunque yo me pare, todo sigue igual.
Mañana será otro día.
2 comentarios:
Bueno... no pasa nada por descansar un día. Venga, ánimo.
Te entiendo... me sentí así esta mañana... y subí, pero era un fantasma...
Confío en volver a ser de carne y hueso... y en q ya te hayas vuelto a subir al mundo... nos esperan también momentos felices...
un beso...
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