De vacaciones

Faltan exactamente 2 días para que me coja las vacaciones. Para aquellos despistados que aún no lo sepan, voy a dejarme caer una semanita por Barcelona. Así que al más puro estilo Gonzo, voy a solicitar ayuda para organizar mi viaje a la subcapital del imperio.

Solo he salido un par de veces de mi rincón del mundo así que si ven a un tipo con pinta de acabar de salir de la peli "Vente a Alemania Pepe" ese soy yo. Teniendo en cuenta mi inexperiencia y mi simpleza de pensamiento en los últimos meses, por favor, trátenme con cariño y simplifíquenme la tarea, a saber:

1. Qué debo ver en Barna antes de morirme, lugares de obligatoria visita.

2. Curso de supervivencia en lengua catalana: "Donde está el water", "Policia, me han mangado el mp3", "La caja de condones que sea de las pequeñas", "Camarero, dos birras y unos manises". Vamos, lo fundamental.

3. Donde NO meterme si quiero volver a casa conservando la cámara digital y el mp3

4. Donde están los bares que sirvan barraquitos, no soy nadie sin los barraquitos, la vida deja de tener sentido sin barraquitos, puede suponerme el fin del mundo tal y como lo conocemos.

5. Observar que voy a lo mochilero, voy de gorra a casa de un colega y con el dinero justo para malvivir una semanita. Con esto quiero decir, donde se come barato, donde se bebe barato, donde se forn...donde se duerme barato.

5. Consejos y sugerencias en general.

He de aclarar que voy acompañado, así que todas aquellas grupis desesperadas, admiradoras lúbricas y hambrientas de sexo y lujuria abstenerse, o al menos disimular hasta que me pillen despistado, borracho o ambas cosas. Espero que esto también suponga un ensayo para mi hipotética escapada semiclandestina a la fiesta del PC en septiembre. Prueba de fuego, no es Cuba, pero puede ser un buen comienzo para mi Carpe Diem particular.

Derechos

Derecho a que me guste el fútbol sin tener que ser un teleespañolito alienado, derecho a seguir a la selección española sin ser un derechón ultraconservador, católico y aficionado a los toros. Derecho a vestir una camiseta de la selección española sin que me miren raro por la calle.

Porque para ser moderno y estar a la última hay que ser de un izquierdismo casposo, de canción de autor y melenas, de guitarrita y porro en mano. El fútbor y la selección no es de personas inteligentes, esa categoría está reservada para cinéfilos zarrapastrosos.

Y para el que mire mal a esos 11 españoles millonarios representantes de la nación imperialista e invasora, el primer fascista es el nacionalista, el primero en segregar personas.

Sabiduría Rock

Los partidos son la mierda
los fascistas los que más
si de esto te das cuenta
algo has aprendido ya

Celtas Cortos - Gente distinta

Pajarico

Parece que cuando me voy subiendo al mundo, como siempre, una vez logrado el objetivo uno se plantea si era realmente lo que quería conseguir. Pensaba que logrando lo logrado se iba a apaciguar esa vocecita interior que no se sabe de donde saca la fuerza para gritarme al oído y no dejarme dormir.

Parece que mi cabeza tiene un pequeño hueco de forma extraña, que no logro rellenar con nada, nada se ajusta a ese perfil, y ya tiene tanta mierda dentro que no entra nada más para probar suerte. Supongo que algo habrá que lo llene, aunque parece que se me acaba el tiempo para dar con la clave.

Cada pieza encajada no hace más que abrirme más la única que no logro cerrar.

No se si ya es tarde para comenzar de cero, alguna cana aparece en mi cabeza que me advierte que el tiempo es corto, que tal vez ya es tarde para escaparme a esa isla desierta a beber ron y a amar sin complicarme la cabeza, a respirar y bañarme desnudo sin miedo a enfermar. El mismo abismo se alza detrás y delante de mi.

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De vuelta

Creo que nunca, desde que abrí el blog, que había estado tanto tiempo sin postear (8 días exactamente). Me he tomado unas minivacaciones blogueriles (que no laborales), para tratar de ganar tiempo adaptándome a la nueva rutina de mi vida.

Dejo de ser un pluriempleado y de trabajar de noche. Me vuelve a dar la luz del sol, no trabajar los fines de semana y festivos y, sobre todo, si me pongo enfermito ya no se acaba el mundo. No cuento lo monetario, aunque no me puedo quejar.

Acabo de comenzar mi periodo de adaptación de mi nueva rutina, otro cambio más, con lo que a mi me gustan...

Pronto, ¡otra vez al ataque!