lunes, noviembre 16, 2009

La sesuda reflexión del lunes

No tomas conciencia de lo mayor que eres hasta que te felicitan antes tu cumpleaños en el foro de "Ganar pelo", que tus propios amigos.


El Replicante

Actualización:

Qué sí, que sí, que cumplo años... :-(

domingo, noviembre 08, 2009

Ensayo sobre la lucidez

Recomendable

No tengo muy claro si José Saramago ideó la novela "Ensayo sobre la lucidez" como una novela totalmente independiente, conectada con "Ensayo sobre la ceguera", o si es una secuela de esta. Lo cierto es que si bien no iguala a la primera, me ha parecido una digna "evolución" de la metáfora inquietante que supone la historia sobre la Ceguera Blanca.

Para aquellos insensatos que no se han leído "Ensayo sobre la ceguera", esta cuasi-secuela se puede leer de forma totalmente independiente, de hecho, no empiezan a haber conexiones con ella hasta aproximadamente la mitad del libro, donde algunas menciones a personajes y sucesos acaecidos en la ciudad pocos años antes empiezan a surgir.

En una ciudad capitalina de cierto país, que bien podría ser Portugal, ocurre un hecho insólito. Durante las elecciones municipales, una abrumadora e histórica participación ciudadana da una bofetada a la "democracia", votando masivamente en blanco. Los cimientos del poder y del estado se resquebrajan, la inmundicia de los suburbios de la política se agitan y empieza a surgir un pestilente olor que salpica a toda la ciudad. La lucha por mantener el Status Quo y la falsa sensación de libertad, oculta una falaz democracia occidental donde se nos reconocen ciertos derechos, siempre y cuando no hagamos ejercicio de ellos.

Excelente novela del gran José Saramago, que sigue con su habitual mala leche y cortante ingenio.

sábado, noviembre 07, 2009

Pensando

"Nadie es una isla, completo en sí mismo; cada hombre es un pedazo de continente, una parte de la tierra.; si el mar se lleva una porción de tierra, toda Europa queda disminuida, como si fuera un promontorio, o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia. La muerte de cualquier hombre me disminuye porque estoy ligado a la humanidad; por consiguiente nunca hagas preguntar por quién doblan las campanas: doblan por ti."


John Donne