En parte por deformación profesional, en parte por curiosidad morbosa, uno de mis pequeños placeres cotidianos es mirar las esquelas del periódico.
Trabajar con mayores implica que todos los días uno puede descubrir en las esquelas a qué hora podrás ir a tomarte un café porque vas a tener una hora libre, ya que tu paciente no va a venir, nunca más. Otra ventaja es que puede suponer una medida indirecta, pero altamente fiable, de que te vas haciendo mayor, descubriendo cada vez más gente conocida. Espero que sea porque cada vez conozco a más gente distinta.
Hoy he aprendido que en cualquiero momento, puedo ser yo el que la gente borre de su agenda de teléfonos y de su MSN porque ya no me van a hablar nunca más. No se lo aconsejo, acabo de hacerlo y es algo muy desagradable.
Hasta siempre compañera.
Trabajar con mayores implica que todos los días uno puede descubrir en las esquelas a qué hora podrás ir a tomarte un café porque vas a tener una hora libre, ya que tu paciente no va a venir, nunca más. Otra ventaja es que puede suponer una medida indirecta, pero altamente fiable, de que te vas haciendo mayor, descubriendo cada vez más gente conocida. Espero que sea porque cada vez conozco a más gente distinta.
Hoy he aprendido que en cualquiero momento, puedo ser yo el que la gente borre de su agenda de teléfonos y de su MSN porque ya no me van a hablar nunca más. No se lo aconsejo, acabo de hacerlo y es algo muy desagradable.
Hasta siempre compañera.
3 comentarios:
Joer...
jolin! lo siento! pero que fuerte es cuando pasa algo imprevisto de esta guisa! que sensación de "no somos nadie!"
Lo siento, ninyo...
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