Meme - Tiempo

Por obra y gracia de Jota meme-desvirgo este blog. Tio, ¿te he hecho daño?, ¿te debo dinero? ¿te he envenenado al hamster?, ¿te desprogramo el video?, ¿te apago el termo?. No me podías pasar un meme de esos cortitos donde cuento la primera vez que me hice una manola, noooooo, que va, eso es para cobardes. Ahí vamos señores, va por ustedes.

• Hace 10 años: Andaba por 3º de BUP. Ya se vislumbraba el trabado mental que sería de adulto. Seguía siendo un tipo raro, pero mejor adaptado a la sociedad.
  
• Hace 5 años: Andaba en 4º de carrera. Básicamente me dedicaba a estudiar como un cabrón para aprobar el 80% de los créditos y ganarme la beca que me permitiera seguir estudiando. Si me hubiera llamado Borja Mari mi paga semanal resolvería todos mis problemas, pero esto de ser hijo de un obrero es mal negocio.
  
• Hace 1 año: Recorrerme 250 km diarios para irme a trabajar, dormir 5 horas diarias, y aguantar diariamente a una facha de izquierdas (que las hay).
  

Tras todo esto observo que defino mi vida con el trabajo. Si ya me lo decían, me falta sexo y borracheras...

Cinco lugares especiales para mi:

• La plaza de una iglesia con un cine de verano, con sus escaleras de piedras para sentarse y ver una mala peli un sábado noche de agosto.
  
• La cafetería de la facultad. Sobre todo cuando es fin de semana y está desierta.
• Un bodegón cerca de mi antigua casa. Un partido de fútbol, unas tapitas de jamón sobre las barricas de vino y mi padre comentando el partido.
  
• El "campito del Betis", un solar cerca de mi casa. Lugar de correrías, gamberradas, peleas, casetas, batallas de piedras, asesinatos de gatitos...
• La "esquina" de mi antigua calle. Punto de reunión para un montón de adolescentes ociosos sin nada que hacer con sus vidas.

Cinco mayores alegrías:

• El primer beso. Momento no apto para diabéticos, que el Replicante también tiene su corazoncito...
• Mi primer ordenador. Un flamante Pentium 166 MMX, el último alarido en tecnología, sobre todo cuando vi el cd del Güindous 95 original...

Ahora mismo no recuerdo más momentos felices. Supongo que la felicidad es como los chistes o las desgracias. Los primeros se olvidan rápidamente, las desgracias duran toda la vida.

Cinco cosas que me gusta comer:

• Pizza
• Tortellini con salsa roquefort
• Un buen perrito caliente con mucho de todo y salchicha Jumbo
  
• Casi cualquier queso
• ¿He nombrado el queso?

Cinco juguetes:

• La Mega Drive
• Los Master del Universo.
  
• Los Ji Joe
• Los Clicks
• El balón de fútbol.
  

Mis juguetes actuales:

• Mi ordenador
• Cualquier artefacto electrónico, me pirran.
  

No le paso este Meme a nadie porque no quiero buscarme enemigos, tengo un pagerank que mantener, el que lo quiera coger, que lo coja.

Mi vida es una mierda

Si, es una mierda, perdí el rumbo desde que dejé de hacerle caso al profesor de filosofía de COU (hombre el cual, curiosamente, me ha influido mucho, aunque muchos lo tachen por loco, a estas alturas debe estar meditando en la India).

Mi vida se convierte en un asco cuando me compro un mp3 que no tengo tiempo de escuchar, mejoro un ordenador que no tengo tiempo de usar, me compro libros que no tengo tiempo para leer, me abono a canales que no tengo tiempo para ver, y extraño a alguien a quien no tengo tiempo de disfrutar.

Es más, ni siquiera tengo a nadie que lo disfrute por mi, es como desvivirme ahora para no desvivirme más tarde, es la pescadilla que se muerde la cola.

Siento que soy un robot, un radio despertador, una gasolinera, una pizza, un manual, un teléfono, un post-it, una resaca, un café solo, y un beso por e-mail.

Hasta la victoria, siempre

Mi padre, cada vez que sucedían ciertas cosas, me contaba la misma historia. En su juventud, militante de CC.OO., participaba en una manifestación obrera pacífica por las calles de Santa Cruz, capital de la isla. A la llegada a cierto popular parque, de entre los árboles y setos saltaron miles de estudiantes, piedras en mano, dispuestos a partirse la cara por defender a quien les daban de comer y quienes constituyen el verdadero motor de la sociedad, el obrero. Por supuesto, todo acabó con muchos porrazos y algún hematoma.

Los sectores conservadores tienden a considerar el discurso de izquierdas como desfasado, añejo o prehistórico. Cierto, muy cierto, añejo y prehistórico, tanto como el mundo contra el que lucha, la desigualdad. No puede quedar obsoleta una ideología cuando las razones que la fundamentan y le dan razón de ser están tan vivas como siempre.

Mirando a las calles de Francia muchos se echan las manos a la cabeza. 200.000 estudiantes quemando cabinas de teléfono y cargando contra la policía, que malos, solo una partida de gamberros que no quieren ir a clase. Total, solo porque se pretende institucionalizar y dar cobertura legal a la eterna precariedad económica y social a toda una generación, que bobería.

Parémonos a pensar, llenamos el bolsillo a los cuatro elegidos de turno, movemos un montón de dinero ¿durante cuanto tiempo?, pan de hoy y hambre para mañana, estas políticas que algún individuo tuvo a bien llamar flexibilidad laboral te llenan el bolsillo hoy, tal vez mañana, pero hundes una clase social, la desintegras, durante generaciones. Y aún llega algún sinvergüenza y te dice que esta ley supone una modernización. Me suena este discurso.

No creo que a la gente le guste echarse a la calle a tirar piedras y quemar contenedores de basura. Las personas se juegan el tipo cuando se cargan su futuro, o si lo llegaran a tener, se lo quitan de las manos.

Qué mala es la gente, que malas costumbres tienen.

Tanta revolución y todo sigue igual, la misma mierda con distinto olor. Así que hay que luchar, hasta la victoria, siempre.

Actualización:

El blog de Bito también se hace eco del asunto.

Sonrojado

Pues si, me tienen sonrojado. Por algún extraño motivo, este humilde bloguero ha pasado del virtual anonimato de la red, a recibir un día si y otro también correos felicitándome y hablando maravillas del blog. También post en otros blogs que me han dejado con el ego por las nubes (estoy por imprimir alguno y ponerlo en la cabecera de mi cama, así todas las mañanas podré ver lo bien que disimulo mi mediocridad), se me triplica el índice de visitas de un día para otro, entro en el "top 15" de blogs canarios...

Vamos, que estoy que lo tiro, salvo lo de acostarme con las grupis y firmar autógrafos. Y ahora que tengo coche, debería matarme en un accidente de tráfico y que tiemble James Dean, que al lado mío va a ser menos que Torre Bruno. Pero claro, haciendo esto incumpliría mi promesa de suicidarme a los 45 y no tengo ninguna intención de defraudar a mis fans.

Y la verdad que no entiendo muy bien esta pequeña explosión de popularidad: soy flaco, creo que me estoy quedando calvo, tengo faltas de ortografía, me como las uñas, ni si quiera soy un buen partido, vamos, un cúmulo de virtudes. Encima para un individuo con timidez crónica reprimida esto puede ser peligroso.

Lo peor de todo, estos días de extraña popularidad han hecho que tenga menos ganas de escribir. Esa sensación desagradable de que cada post va a ser una evaluación. Vamos, cosas del ego, evidentemente, si es que aunque me haga el tímido modesto y despistado (lo he probado muchos años como técnica de ligue y no funciona), todo esto me gusta de algún modo egocéntrico, vanidoso y exhibicionista.

A donde irán los blogs

Cada noche suelo sentarme delante de un ordenador y visito mi propio blog. Pincho en el desplegable de la derecha y visito uno a uno mis "blogs especiales".

Últimamente me he dado cuenta de un detalle un tanto triste. Muchos de ellos son blogs muertos, abandonados por su autor/a desde hace mucho. ¿A donde irán los blogs abandonados? ¿qué será de ellos?.

Supongo que sus autores seguirán por ahí con sus vidas, la bitácora no es más que una etapa más, una herramienta para un determinado momento y estado de ánimo. Nada permanece. Durante un tiempo nacieron identidades, crecieron, incluso se reprodujeron, y murieron, por supuesto, como todo ser vivo. Algunos dijeron adiós, otros simplemente se despidieron con un triste silencio. Muchos morirán de desidia, otros por falta de motivación, otros por la falta de inspiración, supongo que como todo en esta vida, aquello sin metas, y sin sueños, acaba por morirse en su propia miseria.

El día que cierre este blog, ¿morirá el Replicante?, ¿o vivirá hasta que muera conmigo el día que decida terminar con todo esto?.

Seamos optimistas, al fin y al cabo, nada se pierde, todo se transforma.

Se acabó lo bueno

Pues si, se acabaron, un año más, mis amados carnavales.

Mismo disfraz, mismos compañeros de juerga, y hasta mismo alcohol. Rutina invariante en los últimos ..¿10?, ¿11? años que llevo saliendo de carnavales sin faltar ni un solo año, ya llueva, granice, haya tormentas tropicales, o intenten prohibir el carnaval por escándalo público.

Este año tal vez los he afrontado de manera un tanto más melancólica que otros años. Demasiado estrés, falta de sueño, y esa sensación de ... ¿y si este es el último?. Una pregunta que podría parecer bastante agorera, pero uno se la plantea cuando pienso como ha evolucionado mi entorno en unos cuantos años.

Donde se habrá quedado aquellos tiempos de pandillas inmensas a quemar la noche carnavalera. "Se casaron las chicas", decía Pedro Guerra, muy apropiado. A saber donde estoy el próximo carnaval...

Holding back the years,
Thinking of the fear I’ve had for so long.
When somebody hears,
Listen to the fear that’s gone.
Strangled by the wishes of pater,
Hoping for the arm of mater,
Get to me sooner or later.


Chance for me to escape from all I know.
Holding back the tears.
There’s nothing here has grown.
I’ve wasted all my tears,
Wasted all those years.
Nothing had the chance to be good,

Holding back the years - Simply Red

Estoy hecho un chaval

Al llegar esta tarde a uno de mis curros, he han hecho una pregunta a estas alturas bastante molesta. La trabajadora social, mujer cínica donde las haya, me ha preguntado con esa sonrisa irónica que le caracteriza:

- ¿Repli, qué edad tienes? - Viniendo de quien viene, y sabiendo yo perfectamente que ella conoce mi edad, suponía una pregunta trampa o la preparación de algún comentario jocoso.
- 27 años, ya lo sabes - contesto, temiéndome lo peor.
- Es que me han llamado familiares de pacientes tuyos para informarse sobre el nuevo psicólogo de tarde, que les parece muy joven y despiertan sospechas. A algunos casi he tenido que leerles tu currículo.

Este sufrido oficio debe ser de los pocos en que se valora más la edad que la juventud. No se concibe psicólogo (ni siquiera en mi área, que es bastante poco convencional), sin un aspecto a lo Sigmund Freud. Vale que parezco más joven de la edad que tengo pero ¿¿de ahí a que me echen 17 años??, ¿¿tanta pinta de niñato tengo??. Y debe ser cierto porque no es la primera vez que un paciente me pregunta la edad sorprendido.

Voy a contratarme un asesor de imagen como el Bisbal, me voy a dejar la barba y a teñirme canas en las patillas y, por supuesto, nada de lentillas, las gafas dan un aspecto más intelectual.

Mira que han hecho daño los psicólogos y psiquiatras de las películas.

Aunque no hay mal que por bien no venga, al menos cuando sea un cuarentón podré ligar con veinteañeras...

Actualización:
Para los que tengan curiosidad, mi "especialidad" es esta, pero a estas alturas uno ya es todoterreno.