Escrito por Jesús Azcona, publicado en La Opinión de Tenerife, el 1-4-2006
Seguro que las recordarán, eran aquellas chicas cantantes de swing que acompañaron la segunda guerra mundial con sus ingenuas voces. Normalmente las asociamos a imágenes de soldados victoriosos que nos libraron del nazismo. En realidad forman parte de la cultura de un país de paletos que plantaban maíz. El tal maíz y el algodón lo recogían afroamericanos que no podían subirse al mismo autobús que los blancos y que vivían en unos guetos iguales a los que los nazis construyeron, a base de muros separadores, ¿a que les recuerda?, para los judíos. La ideología nazi se fraguó para agradar al país más poderoso y moderno de la década de los treinta: Los EEUU. Un país que pensaba que a los retrasados mentales había que esterilizarlos y a los negros, separarlos de los blancos.
A veces la fidelidad a ultranza hacia una ideología nos juega estas malas pasadas. Pensando que adoramos la libertad pasamos por alto los "pecadillos" de los salvadores. El comunismo mandó al espacio a Valentina Tereshkova, la primera mujer en órbita. Teníamos la esperanza en un mundo sovietizado donde todos éramos iguales, hasta los animales y las mujeres. La caída del muro de Berlín acabó con ese sueño. Cuidadito con los muros...
4 comentarios:
Había oído muchas cosas sobre la ideología nazi, pero me faltaba este argumento traído por los pelos, tan por los pelos que sólo habla de las fobias del opinador.
Desde luego que ni los malos son tan malos ni los buenos son tan buenos, o se podría resumir mejor diciéndo que son todos una panda de capullos.
Hace tiempo ya escribí un post sobre el mismo asunto, hablando del tema nazi, del victimismo judío y del olvido de todas las demás masacres en pro de recordar una hasta que vomitemos las vísceras.
Por supuesto, más que nunca, la historia la inventan los vencedores.
En fin.
Pues el país que este libre de nazis (o de esterilización de "disminuidos") que tire el primer menhir...
si quieres visitarme...
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