A despistado no me gana nadie, eso es de dominio público. Yo prefiero llamarlo "reflexivo", palabra que hace juego con la imagen que trato de dar a la gente. El caso es que soy un desastre, despistado, desmemoriado, siempre pensando en pajaritos preñados, y con la misma memoria operativa de una gamba. Si a esto juntamos que soy un tio, y como tal los ojos me hacen chirivitas con cualquier artefacto electrónico, podemos explicar que mi costilla, como buena educadora, me haya hecho este regalo.
Dice que a los niños hay que motivarlos con objetos que les gusten, de vivos colores, con lucecitas, musiquitas y mariconadas de esas. Así se les llama la atención. ¿Quieres que tu hijo se lave los dientes?, usa esa pasta de dientes en forma de estrella, comestible y con pintitas de purpurina. ¿Quieres que el Replicante use agenda por una vez en su vida?, regálale una con pantallita, botones, pitiditos y lucecitas.
A veces tengo la impresión que soy víctima de Super Nanny... ¿donde estará el botón de la vaca?
5 comentarios:
Yo una vez intenté usar agenda, pero me olvidaba de anotar las cosas, y cuando me acordaba, me olvidaba de mirarla luego, así que no me iba a valer de nada el cacharrico ese, a no ser que... ¿trae sudoku?
hacia tiempo que no te leia.
Las agendas y yo no nos llevabamos demasiado bien, es un compromiso muy grande, como un acuerdo firmado, prefiero no comprometerme con nada y menos con algo asi...
sudoku??' quizas me lo piense
Señal de que tu costilla te conoce bien.
Qué gozada de aparatito. Por desgracia mi agenda cabe en un posit. Por eso no me regalan esos inventos.
A mi me han regalado una en el curro. La utilizo si, aunque no para lo personal. Y desde hace unos tres años, utilizo agendas. No anoto lo futuro, sino lo pasado. Al acabar el dia, escribo las cuatro cosas que he hecho....
Publicar un comentario