sábado, abril 14, 2007

Lista de lecturas

"Carecer de libros propios es el colmo de la miseria"
Benjamin Franklin

El día que descubrí que la montaña de libros por leer que se acumulaba en mi mesa de noche hacía peligrar mi vida en caso de derrumbe nocturno, y dado que el peluche de Homer Simpson ya no podía apenas alcanzar a sujetarlos, decidí dejar de leer tanto blog y folletos de Carrefour y ponerme al tajo, en este orden:

1. El Club de la Lucha (Chuck Palahniuk): Un regalo. Lleva cuatro meses en mi mesa de noche haciendo cola, no tengo perdón de Dior.

2. Sabina en carne viva (Javier Menéndez Flores): Otro regalo. Lleva un día en mi poder y entra directamente en el número dos de la lista de espera.

3. La historia del LSD (Albert Hofmann): Menos mal, uno que me he comprado yo. Fruto de un arrebato subversivo y depresivo en una librería.

4. ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? (Philip K. Dick): Otro regalo. Quiero conocer mis orígenes.

5. Yo, Robot (Isaac Asimov): Regalo. Me lo leí hace años en un verano que me empaché de de Isaac Asimov. Nostalgias del post anterior...

6. Dune, La casa Harkonnen (Brian Herbert y Kevin J. Anderson): Propiedad compartida. Me lo empecé hace tiempo y lo dejé a medias, tiene muy pocos dibujos y demasiadas letras...

7. El cerebro de Broca (Carl Sagan): Regalo. Otro que dejé a medias, menos mal que los libros no son mujeres...

8. Dune, La casa Corrino (Brian Herbert y Kevin J. Anderson): Propiedad compartida.

9. Esta boca es mía (Joaquín Sabina): Regalo. Este me lo leo en paralelo con todos los demás...

10. La senda del drago (José Luis Sampedro): Regalo de un grupo de pacientes, solo me he leído las dedicatorias...

Pero mientras tanto, maldito Señor de los anillos...

3 comentarios:

E. Martin dijo...

Hace menos de un año que POR FIN me leí El Hobbit, que era el último que me faltaba tras El Señor y El Silmarillion, leidos años ha (El Silmarillion al primer intento).

Fran Invernoz dijo...

Con un libro que leas aprendes ya bastante más que con la tele o los periódicos, muchas veces.

Scratty dijo...

Y ahora con el día del libro, ¡a aumentar la montaña de espera!