Cuestión de tiempo

- ¿Qué tal la mañana?
- Bien, no me puedo quejar.
- La gente se complica la vida más de la cuenta. Hay que vivir más en el mundo real y menos en el mundo de las ideas.
- Si, si, menos samba e mais trabalhar amigo. No eres el más adecuado para hablar así...
- Bah, de resto, hay gente que te hace hervir la sangre, hay cada uno...
- Bueno, cada loco con su tema, el que no tenga sus propios trabes, que levante la mano que lo nombramos presidente de esta nuestra República Bananera.
- La gente se traba por que le da morbo, porque se las pone dura, si no, no hay otra explicación, vivir no es tan complicado, solo hay que evitar meterse en lios.
- Todo tiene un motivo, nadie hace nada por nada, causa efecto, es una ley natural.
- No tiene por qué...
- Todo tiene un motivo, mejor o peor, todos nos movemos por alguna causa.
- Hay cosas inexplicables, y a más perversas, menos comprensibles.
- Aún no me he encontrado eso en la consulta.
- Afortunado tú.
- Hombre, hasta ahora, y que me dure muchos años, 7 años en esta santa profesión y no me he encontrado a nadie que no tuviera unos buenos motivos para hacer lo que hace.
- ¿Todo el mundo es bueno?
- Pues si quieres llamarlo así.
- Explicate mejor, optimista.
- Hasta ahora no me he encontrado a nadie que, por muy hijo de puta que pueda parecer, no haya hecho su "maldad" con un buen motivo subjetivo. Si me pongo en su lugar, todos tenemos un buen motivo para lo que hacemos, todo es cuestión del color del cristal con que se mire... y de quién sean las gafas.
- No tengo la suerte de decir eso... y todo es cuestión de tiempo, ya lo verás.
- Espero que tarde en llegar, no quiero vivir en un mundo de hijos de puta.
- Ya veremos, ¿seguimos?
- Seguimos.