A veces que te presten un libro sin tú haberlo pedido puede resultar muy embarazoso, porque te ves obligado implícitamente a leerlo, y peor, obligado a leerlo y que no te guste. No ha sido el caso de "Miedo a volar", de Erica Jong.
Ya solamente la protagonista (autobiográfica), en si misma, merece todo el esfuerzo dedicado a su lectura. Una mujer escritora de incipiente éxito literario, de origen judío y con un fuerte "apetito sexual", en una sociedad yanqui setentera ultraconservadora. Y encima, aspirante a feminista que se folla a todo lo que se mueve, incluidos sus múltiples psicoanalistas.
Una novela sorprendente y brillante en todos los aspectos. Inteligentísima, con memorables escenas trágicas, cómicas, tragicómicas, y profundamente reales en las que de un modo o de otro uno se siente identificado a poco que tenga algo de sangre en las venas (incluso si eres un hombre). Un lenguaje claro, que llama a las cosas por su nombre, tanto que a veces chirrian en boca de quien las dice. Una mujer que quiere ser libre en todos los aspectos en una sociedad conservadora y machista, donde la sexualidad se convierte en un problema más psicológico que físico, y la soledad y la libertad van tan indivisiblemente unidas que le lleva a un profundo vacio personal.
Brillante, imprescindible, inolvidable.
Ya solamente la protagonista (autobiográfica), en si misma, merece todo el esfuerzo dedicado a su lectura. Una mujer escritora de incipiente éxito literario, de origen judío y con un fuerte "apetito sexual", en una sociedad yanqui setentera ultraconservadora. Y encima, aspirante a feminista que se folla a todo lo que se mueve, incluidos sus múltiples psicoanalistas.
Una novela sorprendente y brillante en todos los aspectos. Inteligentísima, con memorables escenas trágicas, cómicas, tragicómicas, y profundamente reales en las que de un modo o de otro uno se siente identificado a poco que tenga algo de sangre en las venas (incluso si eres un hombre). Un lenguaje claro, que llama a las cosas por su nombre, tanto que a veces chirrian en boca de quien las dice. Una mujer que quiere ser libre en todos los aspectos en una sociedad conservadora y machista, donde la sexualidad se convierte en un problema más psicológico que físico, y la soledad y la libertad van tan indivisiblemente unidas que le lleva a un profundo vacio personal.
Brillante, imprescindible, inolvidable.
2 comentarios:
¡Me lo apunto!
Como intercambio de cromos, te recomiendo a este señor de Murcia:
http://es.wikipedia.org/wiki/Jer%C3%B3nimo_Tristante
En especial las 3 novelas que protagoniza Víctor Ros, un policía de finales del siglo XIX, que son las únicas que he leído de este autor (de momento).
¡Yo también me lo apunto! De hecho, me suena que mi madre lo tenía -o lo tuvo hace anyos-, pero si no, a ver si consigo hacerme con él de otra manera... :-)
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