lunes, junio 23, 2008

Mi vida en tela de juicio

Parece que uno termina trabajando en lo que mejor sabe hacer, o puede que tu trabajo se convierte a la fuerza en aquello que mejor sabes hacer.

Hoy he caído en la cuenta que me paso las 8 horas de la jornada laboral "evaluando" a los demás, y después de todo, es lo que hago el resto de las 16 horas del día, pero el sujeto deja de estar en la consulta y pasa a estar en mi casa, en mi cama, en mi bar favorito, en mi agenda del móvil, en mis listas de correo, y sobre todo, dentro de mi propia cabeza.

Cuando te desvías tanto de la forma saludable de vivir que terminas implementando el método científico a la propia vida, a los propios sentimientos y pensamientos, el mundo se convierte en una enorme hipótesis experimental.

Y como toda hipótesis, nunca podrá ser probada, solo refutada.

4 comentarios:

Unknown dijo...

Sí sí sí, mal asunto ese.
Como decía un amigo, la vida no está para analizarla.
Que como dice azúcar moreno y kundera: sólo se vive una vez.

Luis Amézaga dijo...

Siempre le quedará el blog ;)

Anónimo dijo...

Además de que la complejidad de la vida se le escapa al infantil método científico.

cosmofonio dijo...

Puessss, ya en serio, debe ser duro cargar tanto peso. Que te lo mire un especialista... ¡busca un espejo! XDD