jueves, marzo 10, 2005

Sospechas

Cada día me cuesta más levantarme. Sé que es por mi bien, que gracias a esto me encuentro mejor. A demás, mientras duermo, estoy tranquilo. Penosamente me pongo en pie, ya está bien entrado el día, otro día más, continúa el castigo. La casa me agobia, ¡¿tú que miras?!, locos de mierda, algo están tramando, siempre lo hacen, murmuran, me miran, me roban, conspiran.
Tengo que salir de esta fosa, pero la calle asusta. Allí soy vulnerable, estoy totalmente desprotegido y los que me quieren hacer daño me encontrarán con facilidad. Pero, sin embargo, todos me dicen que..., saldré.
El sol brilla en lo alto, se respira mediodía, y allí está ella, su piel y sus ojos centellean, el toldo y las gafas no pueden ocultar su brillo, mira a los lados como buscando algo, debe ser que le pone nerviosa mi presencia, siempre he resultado atractivo a las mujeres. Ya estoy cerca del kiosko, por dios, no dejes que esta vez me pase.
- ¡Hola! - digo con mi mejor sonrisa forzada, el corazón se me va a salir del pecho.
- ¡Eres un mierda!, se rie de tí, ¿no lo ves?
- No....
- Como se va a fijar en tí, no vales nada, estás gordo, eres tonto, te tiene miedo.
- ¡No!. Me prometieron que me encontraría mejor...
- Nunca estarás mejor, eres una mierda, no vales nada, compra y lárgate, no pases más por esta humillación.
Compro mi tabaco sin mirarla, pero de reojo puedo ver como trata de encontrar interés en cualquier cosa tonta de su alrededor, un papel que lleva el viento... de repente aquella revista está mal colocada.... Pago, importe justo.

Vuelvo a casa, tal vez no soy tan patético, solo la debo haber asustado, déjenme en paz, no hubiera hecho esos ruidos si me hubierais dejado en paz. Esto me pasa por ser tan bueno, tan inteligente, si no fuera por esta trampa que me habeis tendido entre todos, yo sería alguien importante, solo hay que ver mi inteligencia y mi belleza.

Sole cocina bien, y es muy guapa, pero no me deja acercarme ni lo más mínimo. Es amable conmigo, pero ella también tiene la culpa. Me da estas cosas...dicen que me harán estar mejor, pero lo único que consigo es que la lengua se me trabe, se me cae la baba y me atonta, apenas puedo levantarme por la mañana. Tengo que terminar pronto, dentro de poco llegará el psicólogo.

Ya se va, han pasado dos horas rápidamente, sale por la puerta, me da mis últimos consejos, me recuerda que mi mediación es sagrada. Tiene razón, cuando tengo mis momentos, todo lo que me pasa encaja, todo se aclara y el mundo cobra sentido.
Me siento ante la tele, está la chica de las noticias..., pero no, ¡está hablando de mi!, me están contando sus planes, ¡y tengo razón!. Tratan de evitar que triunfe, que mi intelecto domine el mundo. Tengo que lograr escapar, pero están en todos lados..., tengo que meterme en la cama, allí encerrado no me encontrarán.

2 comentarios:

Poledra dijo...

De eso nada, sal, que fuera estamos nosotros, esperándote y hace frío leches, no tardes!!!

El Replicante dijo...

Este post está basado en un día normal de una persona con esquizofrenia tipo paranoide, en este caso, muy deteriorante.

Ánimo, Al.