Catástrofe

Hay un artilugio endemoniado que me tiene especial manía: los discos duros. No se si es que me odian y se estropean deliveradamente en mi presencia solo para molestarme, o es mi "magnetismo animal" el que los fastidia. El caso es que estos días me ha dado por cambiar el ordenador "art attack" que tenia como servidor ftp, entre otras cosas. Y tachán, disco duro con 40gb de datos de MUCHO VALOR a la mi... . Es que se me cae el alma a los pies cuando miro la cantidad de datos que he perdido, es que el valor del disco duro no me importa un pimiento, es el valor de los datos que contenían, de los cuales no tenía backup (lo cual es muy raro en mi), porque me confié "total, solo voy a cambiar de sitio un disco duro...".

Este debe ser como que el tercer disco duro que me cargo, y eso que los tratos con toda la delicadeza del mundo. Ahora mismo es que me dan fatigas cada vez que miro el ordenador, me pongo malo.

¿Alguien sabe alguna receta mágica para superar este drama? alguna palabra de ánimo, alguna mentira piadosa para hacerme sentir mejor...

Los Pitucos

Mira
son los Pitucos
nacen junto a la rambla
respiran el salitre
le hacen guiños al sol
se rascan el ombligo
duermen siestas feroces

besan con labios blandos
y en la rambla se mueren
y van al paraíso
y claro
el paraíso
es también una rambla.

Los Pitucos - Mario Benedetti

Quién fuera Pituco ¿o no?

Apatía

Una tarde de sábado sin plan definido, con uno tono psico-físico penoso, por motivos desconocidos. Tengo que separarme del ordenador/libros, esta tarde sales a que te de el fresco. Así que me pongo a caminar, a casa de un amigo, 20 mtos andando, a ver si me despejo. Pues no, como si tuviera un casco en la cabeza que me vela la mirada y me tapa los oídos, enlenteciéndome el pensamiento. Una sensación de irrealidad mientras camino por la calle, si estuviera dormido sería igual, no habría diferencia. Poco más tarde, camino con amigos por la capital, me pesan las piernas, me molesta el sol, no tengo tema de conversación, ni me interesa lo que se habla, en general no me importa ni me atrae nada a mi alrededor. Cumplo con mi deber social, respondo a las preguntas y comentarios que me hacen, y cuando me hablan sobre algún tema realizo las preguntas necesarias para que la otra persona tenga la impresión de que le estoy atendiendo y me interesa lo que dice. Totalmente falso. Se producen silencios incómodos, hoy no vale la pena, hoy no me esforzaré por tratar de rellenarlos y sostener una conversación, hoy que esa carga la lleve otro.
De vuelta a casa, enciendo el ordenador, bajo el correo, y me doy una vueltita por diversos blogs. Visito muchos, ojeo algunos, leo solo unos pocos, y sólo los que tengan el último post de pocos párafos.

Cierro todas las ventanas, miro al vacío escritorio, y dejo pasar el tiempo.

¿Quien soy? otra vez...

Regreso

Finalmente he vuelto de una pieza de mi aventura congresista. En resumen, terminó mucho mejor de lo que comenzó, lo cual sería mejor olvidar si no valiera la pena conservarlo como anécdota.
Tras un espantoso despegue camino de Barajas (al llegar me entraron ganas preguntar al piloto por su madre), llegamos al susodicho aeropuerto de marras causante de todos mis males. Para empezar, primer problema, el compañero que había organizado nuestro alojamiento sufre una avería del avión, no puede salir hasta muchas horas más tarde, problema, no tenemos ni el teléfono del hotel, ni la dirección, y llegaremos tarde y no tenemos forma de avisar para que nos guarden la reserva. Un problema añadido es que el hotel se tenía que llamar Hotel Valencia, joder, no habrá hoteles Valencia en la ciudad de Valencia...

Justo a falta de 5 minutos para que se caduracara la reserva, logramos localizar en teléfono del hotel, gracias a internet, el teléfono de información, dos mapas y una suerte de narices. Felices y contentos, marchamos hacia la puerta de embarque, allá vamos, pero..., a pocos minutos de la hora de salida del vuelo, me doy cuenta de una sutil ausencia ¿¿EL POSTER, DONDE ESTÁ EL POSTER??. A correr como un loco hacia algún punto del aeropuerto donde me haya dejado olvidado el poster que debía presentar al día siguiente y el cual era el motivo por el cual viajába a Valencia. ¿Se han dado cuenta lo GRANDE que es ese aeropuerto?. Corre para un lado, corre para otro, pregunto a todo el mundo, mi tutor me llama por teléfono como un loco diciéndome que el del aeropuerto los amenaza con dejarlos en tierra si no embarcan. Renuncio, que le voy a hacer, a correr para el lado contrario dirección a la puñetera puerta D60, en la otra punta del aeropuerto. Cuando llego, ya casi era tarde, y me lanzo como un loco hacia la puerta. Entrar, entré, pero aún me duran las agujetas del sprint, y yo sin poster...

Tras el indicente, he de decir que el resto del día no mereció ser vivido.

Ya en el congreso, todo bien, salvo el dilema de ¿como voy a solucionar el problema de la falta de poster?. Solución de urgencia, un hand-out, una imprenta y a ver como queda una fotocopia a tamaño 120x90 de un original din-a4.

Día de poster, llego con mi rollo de papel, media hora antes que todo el mundo, elijo sitio, el último rincón de la sala, escondido al lado de un poster ladrillo de mi compañero de viaje, seguro que no se acercan a él con semejante tueste, y menos a mi...

Pues no, pasó por mi "poster" como que medio congreso, y ¡tachán!, debe ser porque les dí pena, pero fue un rotundo éxito, intercambio de emails, comentarios, consejos bidireccionales, y un montón de gente interesante que conocer. Gente de todo sitios y de todos los idiomas, después de todo, mi inglés no es tan malo. Pero lo malo eran las conferencias. ¿Si el 90% hablamos español, qué hacen todos hablando en ingés?, peor aún ¿si los que no sabemos inglés nos tragamos las conferencias en inglés, porqué los que no sabían español, se daban a la fuga en las conferencias en la lengua de Cervantes?. En mi pueblo se llama falta de educación.

Y al fin de regreso, con una gran impresión de esta ciudad, aunque solo pude verla de ida y venida al congreso, no hubo tiempo para más. Y ya en mi tierra, miro las fotografías, y descubro algo que hace que ahora mismo me quiera tirar, por la ventana, no lo hago porque vivo en un piso bajo...fijense en la flecha de la fotografía:

Por cierto, muy guapas las valencianas ;-)

Preludios

Ya llegó el gran día. Mañana salgo para Valencia a lo que será mi primer, y a saber si mi último congreso. Me siento, a mi manera, como se sentiría Hari Seldon a su llegada a Trantor, algo así como el científico de provincias que llega a la capital, pero a escala de "todo a 100". Pues si, ya tengo lista la maleta, un rollo de papel de 120x90cm que en el que serumen varios meses de trabajo (sin remunerar por cierto), y muchas ganas de conocer esta ciudad, aunque la veré probablemente en fotos porque no tendremos tiempo para nada.
Juro por "la cobertura del movil" hacer una crónica más o menos fidedigna de las aventuras y desventuras de El Replicante en su primera vez (en un congreso).

Aquellos tiempos

Tuve mi primer ordenador en el 97. Fueron aquellos unos tiempos curiosos, despegaba internet, despegaba aquella utopía (que lo sigue siendo en España), de un ordenador en cada hogar, etc etc. Yo descubrí que necesitaba uno de estos artefactos cuando me harté de que me hiciera estropicios en los disquetes aquellos 286 de la facultad, con el super Word Perfect ¿4?. ¿Pero cuantos nos hemos planteado cuanto han cambiado en poco tiempo estas máquinas infernales?
Para empezar, media la mitad de mi juguete actual, y eso que dicen que el tamaño no es importante, pero con el ruido que hace..., que precisamente no es de placer... . Continuamos con que pequeños sí, silenciosos, también, eran un cúmulo de virtudes, sobre todo desarrollando nuestra paciencia, yo me consideraba un joven afortunado por formatear y grabar los 40 disquetes que ocupaba el último juego de moda, que por supuesto salieron los cds y se acabó el problema. Hay que ver, qué momento tan feliz al ver un jueguito que ocupaba 1 giga. Si señores, la barrera psicológica.
Por aquellos tiempos se era el rey de la calle con una Voodoo 2, si , el rey, era como mear más lejos, como tenerla más grande... (la cpu). Ese complejo de castración nunca lo he superado, los que me conocen lo pueden corroborar. Y es que me dió fuerte, siempre recordaré como mi buen amigo T trataba de "facilitarme las cosas" ayudándome en el cortejo de ELLA. "Si si, mi amigo tienen un programita que mete un montón de canciones en un cedé". Que cosas más bonitas para conseguir que tu amigo se ligue a una chica. Una simple MP3 podía hacerte un crack del ligoteo.
Y ligar, ligar, la mitad de los de mi generación se introdujeron en el sexo con estos artefactos. El IRC. Por aquellos tiempos era una pequeña selvita digital, donde un IRCap rectificado con un IRWAR te permitía hacer auténticas barbaridades un sábado por la noche. Muchos salían a ligar, otros jugabamos a "Juegos de Guerra" nukeando al personal. Porque por esas fechas, sí que éramos "hombres", ¿el "Messenger"?, siempre lo vi con recelo, me entró complejo de Gran Hermano (que luego me plagiarían la idea en Telecinco).
El encanto de internet se perdió con el tiempo, una caña, y el adsl. Ya no se hizo necesario navegar a las 3 de la mañana para alcanzar la velocidad fulgurante de 33kb, se acabó el meter "20 duros" en el frasco de mahonesa cada vez que me conectaba a internet, para pagar al factura de teléfono, y todo eso con un módem que ocupaba más que media placa base.
Todo era más intenso, más esotérico y más friki que hoy en día..., que le vamos a hacer.

Todo tiempo pasado es peor, no hay tiempo perdido peor, que el perdido en añorar

Jorge Drexler

No dejes para mañana...

Últimamente esta frase ilustra más de lo que yo desearía mi vida laboral, académica y personal. Un amigo decía que cuanto más tiempo se tuviese para hacer una tarea, menos se trabajaba, y cuanta razón tiene. LLevo una temporada fatal, desde que tengo narices siempre he sido hipercontrolador, todo planificado y tratando de hacerlo todo por anticipado (ya contaré en algún post esta faceta mia), más que nada porque me genera estrés dejar cosas pendientes. Esto ha hecho que siempre haya confiado muchísimo y mis "criterios" de trabajo y de responsabilidades: "si algo pasa mi severo criterio y censura, es que está bien". Sin embargo, voy de mal en peor, ya no "puedo confiar" tanto como antes en mi criterio, tiendo a dejarlo todo para última hora, para ese "ya lo haré mañana". Y no es que me vaya mal, sino que mi propia autoreferencia y criterio ya no es de fiar, ni yo mismo me fio de ella.

De vivo ejemplo, el blog. Mañana me pongo, tengo una idea, pero ya la pondré mañana, y ha pasado una semana, y ya ni me acuerdo lo que quería escribir, por eso he puesto todas estas tonterías para hacer bulto.

¿Vacio?

Uno de mis temas estrella a la hora de debatir con alguien es el tema de la religión. También, por desgracia, es el tema estrella para provocarme insomnio. Sé que no es el momento adecuado para postear sobre este tema, pero es el momento en el que me apetece.
Me considero agnóstico, creo que no está en manos de nadie conocer, afirmar o desmentir la existencia de Dios/dios, entendiendolo como Jesús, Jehová, Yavé, Buda, Mahoma, y similares. Mi vida es la ciencia, intento que el método marque mi "camino a seguir", como indica la propia etimología de la palabra. Sin embargo, el mismo método científico me dice desde lo más profundo de mí que la existencia de un dios/ses no está en nuestra mano ser conocido. De este modo, conocemos solo una pequeña parte de la realidad, podemos llegar a conocer otra parte, pero existe otra región de realidad que nunca podremos conocer, simplemente porque estamos sesgados por nuestra observación (gracias, Kant). De este modo, no se puede negar, incluso desde mi punto de vista absolutamente cientificista de la vida, la existencia de una Deidad, porque no se puede demostrar ni la existencia ni la no existencia, no está en nuestra mano.
Tras esta disertación, respeto y "envídio" a aquel que tenga FE, más incluso que al que CREE, porque CREER, para mi, implica el considerar una probabilidad de que la CREENCIA sea falsa. Sin embargo, el que tiene FE, tiene la total y absoluta certeza de su verdad (mística, religiosa, como se quiera llamar), con lo cual, para mi, es una persona FELIZ.
¿Por qué les tengo envidia?. Principalmente, porque duermen mejor que yo, y segundo, porque, como dijo una vez Woody Allen (creo) "no creo en Dios, pero tengo la impresión de que él cree en mi, porque no me lo quito de la cabeza". Esa frase resume increiblemente mis sentimientos religiosos, por llamarlos de algún modo.
Todo esto viene a raiz de un par de conversaciones que he tenido últimamente que me confirman mi idea de que la gente ve el mundo o blanco o negro, pero raramente en colores intermiedios. El clásico enfrentamiento, ateos y creyentes (o feyentes, no se si existe la palabra). Creo que ambos se equivocan, no en sus ideas de base (existe o no existe dios), más que nada porque seguro que alguno de los dos puntos de vista tendrá razón, sino porque yerran sus planteamientos . Es decir, comete el mismo error el que niega la existencia de dios, como el que la defiende.
Por otro lado está la intolerancia de ambos bandos.
- Ateos: tengo amigos y conocidos ateos declarados. A estos ya les he hecho saber mi opinión sobre el tema (no tener opinión). Estos han llegado al poner en duda mi ideología izquierdosa o visión científica de la vida simplente por decir que "me caía bien el Papa". Otros, me dicen que si no tengo suficientes pruebas con las evidencias de tal libro o las pruebas de tal científico. Algo dentro de mi me dice que tienen razón, no existe nada, pero como diría Descartes, "DUDO".
- Creyentes: Una conversación con una compañera creyente es la que da título al post. ¿No crees en Dios, o lo pones en duda? ¿consideras que no existe nada?, pues entonces estás VACÍO. ¿Vacío? ¿vacío por qué, porque no comparto tu fe? (eso si no contamos que me mira raro cuando le digo que no rezo por la noche). "Entonces, si no existe Dios, ¿para qué existimos?, la vida en si es una prueba de Dios, si no, sería un absurdo". Pero vamos a ver, que manía, ¿¿porqué la realidad de la existencia humana no puede ser un absurdo??. El creyente llama al científico simplista lógico, cuando ellos pecan de lo mismo, buscan un sentido a la vida, cuando cuando no tiene porqué tenerlo.

Ya lo dije una vez en un post, el "tolerante", es el que primero debe buscar su propia tolerancia. Y, por supuesto, hay un montón de hermosos colores para elegir, no solo los extemos.

Una pena

Pues si, una pena. Hoy me apetecía escribir un post de temática totalmente distinta a la que voy a escribir, ya que no es cuestión de crear susceptibilides. Hoy he tenido un día de bastante blogeo, básicamente porque los viernes tengo bastante tiempo. Y mientras blogeaba, se ha terminado de confirmar el progresivo desengaño que me estaba llevando de este medio de expresión, pero sobre todo de mi. A más leo bitácoras, más aprendo y más entiendo, pero también me he dado cuenta de que no soy sincero conmigo mismo. Ya lo sabía antes de comenzar este blog, soy esclavo de la deseabilidad social. Por supuesto, siempre me escudo en el anonimato, pero no puedo, me cuesta, me es imposible. No puedo evitar distorsionar "suavizar", ser correcto y respetuoso, con gente que no conozco de nada, y realmente me resbalan.
Para ser sincero, en la vida real soy menos correcto y "político", más que nada porque soy de debate fácil y polémico de nacimiento. Eso me ha traído problemas y algún que otro enemigo, pero cara a cara me cuesta no defender ardientemente mis ideas, pese a que casi siempre discuto con gente que no vale la pena mi mirarla a la cara. Sin embargo, a través del teclado me puedo parar a pensar y reflexionar, y se acaba perdiendo una parte de la motivación de este blog, ser incorrecto, ser yo, y que me importe un pimiento lo que se piense de mi.

Y tras esta catarsis, me prometo a mi mismo ser un poquitín irreverente, aunque sea por omisión.