sábado, septiembre 10, 2005

El calor del amor en un kiosco

Los hay que no pierden la oportunidad, esten o no acompañadas.

Esta tarde temprano marchaba yo con Ella, bajo un calor que hasta las ranas iban con cantimplora, a hacer unas fotocopias para volver a concursar al trabajo que me da de comer durante 6 meses al año. Vamos un trabajo de mier...perdón, una relación laboral contractualmente flexible. A falta de otra cosa, me meto en un kiosco semidesconocido a hacer unas corriente fotocopias. Mi primer disgusto ¡¡15 centimos la copia!!, joder, para poder aspirar a un trabajo tengo que invertir mi primera nómina en fotocopias, porque yo, aquí donde me ven, un "ignorante funcional", tengo mucho currículo que acreditar, ya se sabe, soy un verdadero JASP. Antes se traducía como Joven Aunque Sobradamente Preparado, en mis tiempos de estudiante se traducía como Julio, Agosto y Septiembre Puteado.

Tras el mostrador del susodicho kiosco había un fulano que ya de entrada me pone una sospechosa sonrisa tipo Gioconda, ambigua y con regusto lascivo, coge mis originales y me suelta algo así como "no te aclaras amigo, no sabes ni ordenar 4 papeles", que en lenguaje callejero-masculino significa "tia jamona acompañada de tipo medio enclenque, vamos a enseñar el plumaje". Vamos a ver, tengo calor, estoy tirando el dinero en la cutrada de tu kiosko, y ya te me estás poniendo chulo. Comienza a organizar las copias, se chupa el dedo de forma sospechosa, se limpia malamente en sus pantalones y cuenta las copias. Ante mis miradas asqueadas, el tipo afirma que no tiene enfermedades ni es gay, que hoy en día para cualquier cosa hay que demostrar que no se "marica". Bueno, eso de que tengas que demostrar sistemáticamente que no eres gay te pasará a tí solo, campeón, yo demuestro mi virilidad fumando Ducados, diciendo piropos guarros a las mozas, escupiendo continuamente y blasfemando, vamos lo normal. A demás, yo tengo clarito que no eres gay porque se te saltan los ojos cuando Ella se echa la botella de cocacola a la boca.

Comprendo su posición, nada mejor que dejar las cosas claritas ante la hembra objetivo, no se tienen enfermedades, y se es heterosexual. Total, el siguiente paso debió ser aquello de "dejémonos de rodeos, tengo el carnet de apto para la cópula, pasa del tipo ese y vamos a fornicar detrás de una farola".

Salí del kiosco convencido de algo, empecé creyendo que yo ponía cachondo al tipo, y realmente quien le ponía cachondo era Ella, y vamos, que mejor que enseñar el plumaje ante una hembra sana en edad de procrear que intentar avasallar en guerra dialéctica al macho reproductivo que la acompaña. Buen intento, pero soy un maestro en ese campo.

5 comentarios:

Deyector dijo...

Sería interesante saber que opina Ella de la "danza de apareamiento" de ese espécimen... por el énfasis que pone tiene toda la pinta de que le funciona más bien poco (pero el insiste, por si acaso)

Anónimo dijo...

Interesante el comportamiento masculino,.... y luego decís que no entendéis a las mujeres.

Un beso.

Anónimo dijo...

y luego dicen q las mujereres somos raritas, si si, jajaja
XD!! y to eso con unas simples fotocopias?? ayss XD!!
Besitos salados de CHOI

Luis Amézaga dijo...

No me queda claro si el kioskero tiene buen gusto o no, o simplemente quería desviar la atención de su atraco. "Ella"... qué sugerente y misterioso es ese "Ella" como sujeto de la acción sin tener una sola frase en el guión.

Tengo una fotocopiadora. La próxima vez, pásate por aquí con "Ella" que 15 céntimos es un robo, chico.

Anónimo dijo...

mas besitos salados de CHOI :)