viernes, abril 01, 2005

Una pena

Pues si, una pena. Hoy me apetecía escribir un post de temática totalmente distinta a la que voy a escribir, ya que no es cuestión de crear susceptibilides. Hoy he tenido un día de bastante blogeo, básicamente porque los viernes tengo bastante tiempo. Y mientras blogeaba, se ha terminado de confirmar el progresivo desengaño que me estaba llevando de este medio de expresión, pero sobre todo de mi. A más leo bitácoras, más aprendo y más entiendo, pero también me he dado cuenta de que no soy sincero conmigo mismo. Ya lo sabía antes de comenzar este blog, soy esclavo de la deseabilidad social. Por supuesto, siempre me escudo en el anonimato, pero no puedo, me cuesta, me es imposible. No puedo evitar distorsionar "suavizar", ser correcto y respetuoso, con gente que no conozco de nada, y realmente me resbalan.
Para ser sincero, en la vida real soy menos correcto y "político", más que nada porque soy de debate fácil y polémico de nacimiento. Eso me ha traído problemas y algún que otro enemigo, pero cara a cara me cuesta no defender ardientemente mis ideas, pese a que casi siempre discuto con gente que no vale la pena mi mirarla a la cara. Sin embargo, a través del teclado me puedo parar a pensar y reflexionar, y se acaba perdiendo una parte de la motivación de este blog, ser incorrecto, ser yo, y que me importe un pimiento lo que se piense de mi.

Y tras esta catarsis, me prometo a mi mismo ser un poquitín irreverente, aunque sea por omisión.

7 comentarios:

scape95 dijo...

Creo entenderte. Pero el blog es tuyo y, si lo deseas, puedes escribir lo que quieras sin tener que pensar en cómo le sentará a los demás.

Yo te seguiré leyendo. Bueno... salvo que empieces a escribir de la Pantoja o cosas de esas... XDDD

Anónimo dijo...

Jeje, te entiendo. Mi idea de blog era largar todo lo que se me pasaba por la cabeza, y a veces me descubro ordenando mis pensamientos para que los demás entiendan. Y no digo lo que se ocurre. Al final, no es mi diario personal, como yo quería. Supongo que tengo miedo de que me descubra alguien que conozco personalmente.
Nada, perdón, en vez de opinión, hice catarsis en tu blog.
Un beso. Y escribí como te plazca...

Anónimo dijo...

Tengo una amiga que siempre dice que por internet es todo mas retorcido y mejor pensado tanto para bien como para mal. Es cierto yo muchas veces borro y corrigo que asco ¿verdad? ser políticamtne correcto. Besos.

Luis Amézaga dijo...

Pues las opiniones que dejas en mi blog no las calificaría de suavecitas. Y me alegro de que así sea. Si eres polémico, si te gusta decir las cosas en crudo, no te cortes un pelo. Lo superaré y lo agradeceré. Si te sale de las narices ser incorrecto, no dudes en desahogarte en Diencéfalo. Y si lo haces en EL REPLICANTE que no te tiemble el pulso, que te seguiremos leyendo, incluso con más interés si suenas a sincero, que es de lo que se trata. Además, Replicante, este medio tiene una ventaja, no podemos llegar a las manos. Por otra parte, ningún tema lo merece.
¡Venga, cada uno a su rincón!

El Replicante dijo...

Otra vez, por partes:
1. Esas opiones que dejo en tu blog de las que hablas, son en singular (una)
2. No me desahogo, precisamente, en diencéfalo. Creo que estás generalizando bastante.
3. En cuanto de ser sincero e incorrecto, lo hago (o lo haré algún día) en mi blog, no en el de nadie. Así, si la gente no quiere leerme, pues le basta con no pasarse por mi blog. Por supuesto, cuando escribí el último post, no pensaba precisamente en tí.
4. La madurez creo que ya me ha alcanzado para no plantearme llegar a las manos por estos temas. Si fuera así, sería boxeador profesional y no me quedarían neuronas para escribir un blog.

Un saludo

El Replicante dijo...

Un detalle final que me salté es que me halaga el hecho de que "que no te tiemble el pulso, que te seguiremos leyendo". Gracias. Yo, obviamente, no tengo un enlace a diencéfalo en mi blog por gusto, pese a que políticamente nos parecemos lo que un huevo a una castaña. En la variedad está el gusto.

Luis Amézaga dijo...

Ya veo que dar sentido del humor a mis palabras no me sale bien, o al menos eso se colige de tu respuesta entonada con una gravedad del fin del mundo.

Y no desprecies los parecidos entre los huevos y las castañas.