Domingo de fútbol

Esta tarde he ido al fútbol, después de....unos 5 años. Una de la cosas que he cambiado muchísimo con los años es mi afición por el deporte rey.

Con un padre madridista hasta la médula y el diario "As" siempre pululando por casa no me quedaba otra. Y madridista salí, un defecto como otro cualquiera, aunque más moderado que mi progenitor, siempre he comprado el "Marca". Aunque he de decir que cuando tomé esta decisión, pensaba que el saque de banda era un grupo de músicos que sacaban el balón, siempre quería que ganara el equipo más débil, y no entendía como un jugador podía estar fuera de juego ¡¡pero si lo estaba viendo jugar como los demás!!.

Mi primer partido de fútbol fue un partido amistoso de mi CD Tenerife del alma con el eterno rival, la UD Las Palmas. Olvidé el resultado del partido, pero es lo de menos. Recuerdo un cielo saturado de humo de bengalas que desde mi corta estatura me parecía un campo cubierto, gritos ensordecedores, cánticos, banderas, colosal. La experiencia sacada ese día la recordaré siempre. Primero con la compañía de mi padre, luego de amigos. Desde el estadio, desde mi casa, con la tele, el diario deportivo, la Liga Fantástica, Estudio Estadio, El Día Después, mi padre con su "As" doblado de maneras imposibles, que hacían del diario un verdadero puzzle para el que lo fuera a leer después, su olor a tabaco...

Con el paso de los años, y sin él, ya no es lo mismo. Supongo que he madurado y el deporte de masas ya no me obsesiona, o tal vez estoy tan cegado por el día a día que impide ver la magia del fútbol. Esta tarde, en parte la volví a vivir. Menos gente, menos humo, menos magia, pero la misma emoción.