viernes, diciembre 31, 2010

Feliz 2011

La Muerte es muy probable que sea la mejor invención de la Vida. Es el agente de cambio de la Vida. Elimina lo viejo para dejar paso a lo nuevo. Ahora mismo, ustedes son lo nuevo, pero algún día, no muy lejano, gradualmente ustedes serán viejos y serán eliminados. Lamento ser tan trágico, pero es muy cierto. Su tiempo tiene límite, así que no lo pierdan viviendo la vida de otra persona. No se dejen atrapar por dogmas – es decir, vivir con los resultados del pensamiento de otras personas. No permitan que el ruido de las opiniones ajenas silencien su propia voz interior. Y más importante todavía, tengan el valor de seguir su corazón e intuición, que de alguna manera ya saben lo que realmente quieren llegar a ser. Todo lo demás es secundario"

Extracto del Discurso de Steve Jobs a los alumnos de la Universidad de Stanford en el comienzo del curso 2005 (Vía Francisco Alcaide)


El general en su laberinto

Flojo flojo

"El general en su laberinto", de Gabriel García Márquez es uno de esos libros de Gabo que no conocía y que empecé lleno de ilusión, como cada vez que empiezo una novela de este colombiano. Además con el valor añadido de que sería el último libro que me leería completo en el 2010 (el que me estoy leyendo de Asimov tardaré al menos unas semanas más y caerá en el 2011).

Pues mi gozo en un pozo y mi ilusión al traste tras leerlo, vamos, cayó al mismo pozo al cual cayó "Relato de un náufrago", del mismo autor.

"El general en su laberinto" trata de los últimos 30 días antes de morir del adorado y también denostado Simón Bolivar. Por supuesto, un estilo inconfundiblemente típico de García Márquez, pero que será que la historia de este señor Venezolano me trae bastante al pairo, por lo que el interés a lo largo de toda la novela fue igual a cero.

Me lo terminé de leer por puro respeto al autor, y porque se quiera o no, tiene sus momentos brillantes, pero que en este caso, no compensan lo dificultosa y anodina de su lectura, al menos para mi.

Acabo el año tras haber leído 18 libros este año, bastante flojo el balance, lo que ha hecho que la pila de libros en cola de lectura de mi mesa de noche empieza a ser peligrosa, ¡y eso que no tengo Facebook!

sábado, diciembre 25, 2010

Por qué no soy Cristiano

Un chasco

"Por qué no soy cristiano", de Bertrand Russell me ha supuesto un auténtico chasco. Dado lo archiconocido y citado de esta compilación de ensayos del autor (el principal de los cuales da título a la compilación), esperaba algo más de los argumentos y retórica del dichoso filósofo ateo por antonomasia.

Seguramente sea, como me ha ocurrido otras veces, que mi ignorancia y baja cultura no me permite llegar a entender lo que trata de explicar Russell, pero la mayoría de los argumentos y afirmaciones que hace me parece quetienen la capacidad de persuasión de un cactus (y mira que yo soy un público fácil para estas cosas, ávido de retórica y demagogia). Pero no, argumentos basados en afirmaciones tan sesudas como "usted solo dice tonterías" y "lo que usted dice X no me convence" hacen que salga perdiendo en el intento de explicar porqué leches este señor no es cristiano. Especialmente ilustrativo el capítulo titulado "La existencia de Dios. Debate entre Bertrand Russell y el padre F.C. Copleston, S.J.", donde los argumentos del curita de los cojones al menos tienen un mínimo de esfuerzo detrás.

Pues eso, ya me pueden echar a los leones por ser un soberano ignorante, pero vamos, un verdadero chasco.

sábado, diciembre 04, 2010

#Controladores

Acabo de leer en Twitter un comentario que me ha llamado mucho la atención respecto a la "huelga" de controladores aéreos. El tweet decía que los militares vana sacar a punta de pistola a los controladores aéreos para que vayan a trabajar. Se acabó la democracia.

La verdad que no me hace la más mínima gracia que el ejército tome el control de un ente civil, que se militarice un sector de la sociedad y se declare un estado de alerta nacional que puede llevar fácilmente a la privación de derechos fundamentales (todos sabemos que a los militares, especialmente españoles, el tema de la democracia y los derechos fundamentales no es una cosa que les quite especialmente el sueño). Todos debemos tener, supuestamente, derecho de reunión, de decisión y libertad para decidir sobre nuestros propios actos.

Sin embargo, creo que hay sectores que saben, de antemano, o deberían saber, que no son simples "reponedores del Pryca", como dijo acertadamente Javier Zanón, portavoz en Baleares de la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA). Y precisamente por eso, deberían ser conscientes de la labor que representan en un país.

Si uno se mete a controlador, a médico, a piloto, y a cualquier puesto de responsabilidad del que pueda depender un sistema humano, debe ser consciente de la carga de responsabilidad que ello conlleva. Si yo me meto a militar, a controlador, a bombero, a policía, etc, debería ser consciente de que mi trabajo es más que un modo de ganarme la vida y de pagar la hipoteca. Mi trabajo es una labor básica que presto para mi semejantes, independientemente de lo que gane sea un pastón o sea para lo que tengo vocación.

El que inventó la bomba atómica debía ser consciente de que sus investigaciones eran más que un modo de ganarse la vida, que de su trabajo surgía la decisión sobre la vida y la muerte. El que inventó la vacuna contra la malaria seguro que no lo hacía simplemente para pagarse unas vacaciones en agosto.

Determinados trabajos son vitales, y para los cuales el dinero, el prestigio y los "derechos laborales" no deben ser el fin último. Si un bombero o un médico es antes que bombero o médico, un mercenario, nunca debió tener esa responsabilidad. Por lo tanto, bien está, democráticamente hablando, que a punta de pistola, le recuerden su deber con todos nosotros.

martes, noviembre 30, 2010

El catolicismo explicado a las ovejas

Tragicómica

"El catolicismo explicado a las ovejas" es la 2ª novela que leo de Juan Eslava Galán, siguiendo devotamente la recomendación del amigo Cosmo en un no tan lejano encuentro en la capital de esta Tierra de conejos.

Este libro, que podemos llamar ¿ensayo? consiste en una hilarante y ácida descripción de los deberes, credos y bienhaceres propios que todo buen Católico-Apostólico-Romano debe hacer y pensar si no quiere arder en el infierno como un cabrón gracias a ese Dios que tanto le ama.

Un cura reaccionario pero muy cachondo nos cuenta la historia de la religión Cristiana y muchas de sus hijastras (entre ellas la católica) a través de diversas lecciones de historia, dogma y anécdotas realmente divertidas sobre el mundo de Cristo. Desde un punto de vista de aguda ironía, el autor hace un destripe de la historia del cristianismo, su desarrollo y la actualidad que sufrimos día a día, desde los clavos de Cristo hasta los ataques de senilidad de Benedicto XVI, siempre desde una óptica de falsa devoción para repartir hostias (literalmente) a diestro y siniestro a tanta farsa santificada.

Muy recomendable, ligero para sus dimensiones, aunque algo de fuelle pierde al final. No se lo pierdan.

viernes, noviembre 12, 2010

La ventana. Parte 4 (y última)

El otoño tardó en llegar lo que suele tardar todos los años, sin hacerse esperar ni crear expectación. Sigiloso, llega mandando a callar las indiscreciones del sol radiante, con el decoro del que carecen las flores, y procurando apagar poco a poco la luz de los días más cortos.

Llegaba un otoño para una familia feliz. Una familia completa, con salud, con niños, con personas que deciden volver a mirar juntas hacia el mismo lugar tras un tiempo separados. Porque de eso se trataba.

Pero el equilibrio es la tendencia natural de todas las cosas.

Una mañana otoñal la ventana dejó de traer aire fresco. Dejó de traer aromas, ruidos de la calle. Dejó de traslucir la luz del sol. Ese día nuestra ventana decidió que existía demasiado bien en uno de los lados de la balanza.

Nuestro niño se demoró unos segundos para mirar de donde venían todas las cosas buenas que la nueva estación les había traído a través del cuello de botella de la habitación de los padres. Quería saber de donde había salido todo aquello (o entrado). Un truco cualquiera de nuestra ventana para restaurar su equilibrio, haciendo deslizarse la felicidad, desde dentro, fuera de la ventana.-

lunes, noviembre 08, 2010

La ventana. Parte 3

Aquel comienzo primaveral arrancaba con otra de sus estancias en casa de su abuela. Que el bebé estuviera enfermo de nuevo suponía volver a quedarse con ella durante semanas hasta que el bebé estuviera “bien”. Mamá le dejaba allí, nunca había sabido muy bien porqué, si la abuela era mala como decía, ¿como podría esperar que le cuidase?. Tal vez era por eso, quería más a su hermanito que a él mismo, tal vez le gustaría estar enfermo.

La estancia en casa de la abuela era muy aburrida. Estando en su propia casa, el día se hacía llevadero al pensar durante el colegio lo que haría al llegar a casa. Durante esas semanas ni siquiera podría pensar en eso para tener una ilusión para levantarse de la cama.

A la salida de la escuela aquella tarde de estreno primaveral su abuela le esperaba con su tradicional y aburrida merienda, que ella pensaba que era de exquisita degustación para un escolar. La ingirió de forma impersonal, aséptica y sin pasión ninguna. Su abuela no le hacía especial caso, se limitaba a darle de comer y vigilar que acudiera al colegio y no oliera mal. Se supone que eso era cuidarle y el propio niño a fuerza de costumbre consideraba que eso era también cuidar.

Tras la merienda y ante el desinterés de la abuela ante el hijo de su hijo, el niño se ha sentado frente a un álbum de fotos sorprendido de ser abierto desde el día de su estreno. Todas son fotos de la boda de sus padres, recientes, hace a penas 7 años. En ella se puede ver a su padre tal como lo recuerda el niño, lo recuerda bastante bien, sólo hace un año que no lo ve. Su mamá dice que se fue con una puta. Él piensa que la verdadera puta es su mamá, y el chulo su hermano. Nuestro niño daría cualquier cosa por ver a su hermano curado.

La abuela ve al niño trastear con el álbum de fotos y sonríe complacida.

A las dos semanas volvió de nuevo a su casa. La vida transcurre con normalidad, de visitas al hospital a jornadas escolares. Una tarde de mayo oye a su madre hablar por teléfono.

- Ha desaparecido, totalmente limpio – A su madre le brillan los ojos – Si, al fin.

- ¿El hermanito está ya curado mama?

- ¿Te gustaría?


***

sábado, noviembre 06, 2010

El Robot Completo

No pasa el tiempo

Como ya he comentado anteriormente, mi relación con Asimov empezó durante un verano cuando estaba en bachillerato. En aquellos meses me pasé las tardes sumergido en novelas de Isaac Asimov, paquetes de Fritos de Matutano y discos de Mike Oldfield. De esta época procede mi pasión por este autor de culto.

En aquellos tiempos el presupuesto no me alcanzaba para comprar todo lo que leía, así que ya de mayor me he acabado comprando aquellas novelas que en su momento me prestaban. Así ha ocurrido con "El Robot Completo", una compilación tamaño familiar de la mayoría de los relatos de Robots de Asimov, prácticamente desde el principio, terminando ya con las primeras menciones de los planetas colonos y el inicio de la decadencia de la era robots con los robots humanoides (fin del periodo Ciclo de la Tierra, y comienzo del periodo de transición hacia el Ciclo del Imperio Galáctico, en orden cronológico).

El volumen incluye los relatos que suelen figurar en las compilaciones habituales de Robots de Asimov, como la famosa "Yo, Robot", así como otros relatos que ayudan a la transición hacia momentos históricos posteriores, incluido como punto y final "El hombre Bicentenario", que daría argumento a la película homónima.

Excelente compilación para introducirse desde el principio del universo Asimov, con orden y sentido, y así, cuando lleguemos a La Fundación, el orgasmo mental será inolvidable.

miércoles, noviembre 03, 2010

La Ventana. Parte 2


Aquella primavera anunciaba un año muy duro para su madre. La brisa primaveral entraba haciendo ondular la cortina. Tendría un fantasmagórico aspecto si no fuera por el radiante perfume de naturaleza recién estrenada que nos traía nuestra ventana abierta. Pudiera parecer que aquel simple orificio en la pared llevaba y traía los males de la caja de Pandora. La llegada de una nueva estación hacía su entrada triunfal.

El hermanito era muy pequeño aún, no tenía ni dos años por lo que todos se empeñaban en contabilizar su edad en meses. Dieciocho meses, 17 de los cuales los había pasado de hospital en hospital. Siempre tenía aspecto enfermizo. Siempre flaco y pálido, con su cabeza pelada y esa falta de fuerzas que hacía parecer que le haría un favor a todos, especialmente a él mismo, muriéndose de una vez y dejándose de indecisiones.

- ¿Se va a morir? - preguntaba el niño aquella mañana, una vez más, a la salida del hospital.

- ¿Te gustaría? - contestaba su madre de mala gana.

Aquella escena se repetía con asiduidad para ambos. Madre y niño por igual. El regreso a casa siempre era un auténtico castigo. Ella con los ojos continuamente acuosos, conducía como una loca mientras guardaba silencio durante todo el trayecto de regreso. El niño la miraba a ella y a su hermano, pensando que todo estaba mejor cuando él, el bebé, no estaba en casa. El bebé había traído un montón de problemas.

- ¿Papá se fue porque cuidabas más al bebé que a él?

- ¿Eso te lo ha dicho tu abuela?

Aquella conversación, cambiando los protagonistas se repetía continuamente los días que tocaba médico. El resto del día era accesorio, no pasaría nada que se saliera de este guión durante horas.

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lunes, noviembre 01, 2010

La ventana. Parte 1

Era una ventana como las demás. Ni más grande, ni pequeña, ni más fea, ni hermosa. Tal vez más vieja, tanto en años como en actitud. Nuestra ventana tiene un defecto, ha envejecido por igual.

Una ventana vieja es como cualquier cosa que conozcamos a la que podamos darle el adjetivo de vieja. Es desconfiada y arisca, ya que los años han empañado su cristal. Está agrietada y astillada, su tacto es áspero, llena de manchas y erosiones del tiempo. Es más, podemos llamarla vieja hasta por sus capas de pintura superpuestas, año tras año, intentando disimular que, como todo a su edad, se tuerce.

Pero sus años - qué contradicciones - también le han permitido ver, como ojo anciano, desfilar toda la vida delante de sí. Una contemplación pasiva y límpida cual ventana.

El niño no valoraba la edad de su ventana. Los niños no suelen valorar los años y la experiencia, de hecho pocas veces llegan a hacerlo los adultos. Así que la trataba como una ventana más, ni más grande, ni pequeña, ni más fea, ni más hermosa, pese a que era ella quien le mostraba el mundo. Le gustaba en verano asomarse a esa ventana en la habitación de sus padres, y ver el cielo azul claro resplandeciente. También el resplandor y calor estival, ese que casi podemos oler y que nos trae el recuerdo de que ha llegado el verano.

Pero a nuestro niño le gustaba sobre todo el invierno en su ventana. El invierno anunciado y descrito por el olor acre de madera vieja mojada. Ciertamente el invierno no era ni la lluvia ni el frío, ni si quiera tener que ir al colegio. El invierno era anunciado por los aromas de su ventana.

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La sesuda reflexión del lunes

"Instrucciones para llorar"


Dejando de lado los motivos, atengámonos a la manera correcta de llorar, entendiendo por esto un llanto que no ingrese en el escándalo, ni que insulte a la sonrisa con su paralela y torpe semejanza. El llanto medio u ordinario consiste en una contracción general del rostro y un sonido espasmódico acompañado de lágrimas y mocos, estos últimos al final, pues el llanto se acaba en el momento en que uno se suena enérgicamente.

Para llorar, dirija la imaginación hacia usted mismo, y si esto le resulta imposible por haber contraído el hábito de creer en el mundo exterior, piense en un pato cubierto de hormigas o en esos golfos del estrecho de Magallanes en los que no entra nadie, nunca.

Llegado el llanto, se tapará con decoro el rostro usando ambas manos con la palma hacia adentro. Los niños llorarán con la manga del saco contra la cara, y de preferencia en un rincón del cuarto. Duración media del llanto, tres minutos.


Julio Cortázar


lunes, octubre 25, 2010

La sesuda reflexión del lunes

"Elecciones insólitas"


No está convencido.
No está para nada convencido.
Le han dado a entender que puede elegir entre una banana, un tratado de Gabriel Marcel, tres pares de calcetines de nilón, una cafetera garantida, una rubia de costumbres elásticas, o la jubilación antes de la edad reglamentaria, pero sin embargo no está convencido.
Su reticencia provoca el insomnio de algunos funcionarios, de un cura y de la policía local.
Como no está convencido, han empezado a pensar si no habría que tomar medidas para expulsarlo del país.
Se lo han dado a entender, sin violencia, amablemente.
Entonces ha dicho: "En ese caso, elijo la banana".
Desconfían de él, es natural.
Hubiera sido mucho más tranquilizador que eligiese la cafetera, o por lo menos la rubia.
No deja de ser extraño que haya preferido la banana.

Se tiene la intención de estudiar nuevamente el caso.

Julio Cortázar

miércoles, octubre 13, 2010

Cover-delincuentes Vol. 2

Kurt Cobain debió ser una persona mala, pero que muy mala, en otra vida. Ahora son los Take That, leña al depre hasta que se suicide (otra vez).

lunes, octubre 11, 2010

Cover-delincuentes Vol. 1

Inspirado por el señor Dr. Gonzo, he decidido mostrar al los lectores de este blog lo que son realmente versiones satánicas de temas clásicos. Ese tipo de covers que deberían estar descritas en el código penal. Hoy empezamos con Ramoncín (R), y otro exorcismo al difunto Kurt Cobain (que no solo de Pitingo viven en el infierno).


lunes, septiembre 27, 2010

La sesuda reflexión del lunes

"La hormiguita viajera"


La hormiguita viajera se escapó del cuento que lleva su nombre. Negra, en bolas y sin documentos no pudo llegar muy lejos.Llegó hasta acá.


Dalmiro Sáenz


sábado, septiembre 25, 2010

Inmoralidades

Es asqueante la moral retrógrada y enferma de muchos sectores sociales. No descubro nada, pero no dejo de sorprenderme cada vez más de lo imbéciles que pueden llegar a ser ciertos puritanos sobabíblias y pajilleros en la oscuridad, que ven en los demás la mierda que hay en sus propios ojos enfermos.

La última que me entero es que en Plaza Sésamo mexicano (Barrio Sésamo por estos lares) han censurado un video donde sale Katy Perry y Elmo cantando Hot N Cold. El motivo de censura es que la Katy sale enseñando demasiada carne...

Si está claro, es mejor reventar la cabecita de los niños con suficiente violencia televisiva, porque ver el pecho de una mujer puede ser realmente destructivo para sus tiernas mentes... Después de todo, hay que fabricar mentes violentas y y sexualmente frustradas para que sean buenos consumidores aborregados.

Aquí el video. Si logran ver algo de indecente, háganselo mirar porque eso no puede ser saludable.

viernes, septiembre 24, 2010

La soledad de los números primos

Normalito

"La soledad de los números primos", de Paolo Giordano, es un claro ejemplo de porqué no debería comprar libros únicamente por el título, o la importancia de ponerle un buen título a una novela que normalmente pasaría desapercibida a la sombra de Federico Moccia, aunque este último es mucho más... mejor no opino. El caso es que tras la lectura, me he encontrado con una típica novela de amor normalita, eso si, con dos personajes interesantes y bastante bien construidos, en una historia no demasiado original pero con ciertos toques que hacen agradable su lectura.

Dos adolescentes se conocen accidental y desastrosamente durante el bachillerato, tras este momento, sus vidas se llenan de penosos paralelismos, donde uno transcurre siempre al lado del otro, sin llegar nunca a tocarse (de ahí el título). Vamos, un best seller amoroso de autor italiano de estos que ahora se están vendiendo como churros. Lo cierto es que probablemente me hubiera gustado mucho más sin no hubiera puesto tantas espectativas en él. Ya ven, a veces como por los ojos.

Actualización:

Otra mirada del libro, que en la variedad está el gusto, de la amiga Gacela, aquí.

lunes, septiembre 20, 2010

Test de agudeza visual

Tienen 20 segundos para averiguar el motivo del suspenso en geografía de la niña de la revista:

Pincha en la foto para agrandar

Si va a tener razón Rajoy con eso de que España se rompe... aunque yo más bien diría que España se desordena.

lunes, septiembre 13, 2010

La sesuda reflexión del lunes

"El significado del sueño"

Cuentan que el Príncipe de los Creyentes, Al-Manzur, soñó que se le caían los dientes. Al despertar, pidió que le trajeran a un hombre experto en interpretar sueños. Este se hizo presente, oyó el relato y dijo: "Todos tus familiares han de morir, Príncipe de los Creyentes". Al-Manzur reaccionó enfurecido: "Que dios te haga callar y te desfigure. ¡Sal de aquí! Quiero ver a otro intérprete". Sus servidores no tardaron en conseguir otro, que dio la siguiente interpretación al sueño: "Llegarás a viejo, Príncipe de los Creyentes, y serás el último de tu familia en morir". Al-Manzur se echó a reír y le dijo: "El significado es el mismo, pero te expresas con más elegancia que tu predecesor". Acto seguido, mandó que recompensaran al hombre con diez mil dírhams.


Ibn Sirin


lunes, septiembre 06, 2010

La sesuda reflexión del lunes

“Instrucciones para freír un huevo”

Cómprese una gallina. Pídale prestado a la gallina un hijo suyo, al cual va a freír y luego se va a comer. Si la gallina opone resistencia, mátela también a ella. Coja el huevo y dele un ligero golpe en el borde de una mesa (si es la primera vez, cómprese tres o cuatro gallinas). Eche el huevo en la sartén. Si el huevo no reacciona, es que le falta aceite a la sartén. Mientras el huevo se retuerce de dolor, salpíquele aceite en la cara. Sáquelo cuando tenga aspecto de huevo frito (figura 2.1). Mientras se lo come pregúntese usted: ¿quién fue primero, el huevo o la gallina?


¿Anónimo?


sábado, septiembre 04, 2010

Miedo a volar

Brillante

A veces que te presten un libro sin tú haberlo pedido puede resultar muy embarazoso, porque te ves obligado implícitamente a leerlo, y peor, obligado a leerlo y que no te guste. No ha sido el caso de "Miedo a volar", de Erica Jong.

Ya solamente la protagonista (autobiográfica), en si misma, merece todo el esfuerzo dedicado a su lectura. Una mujer escritora de incipiente éxito literario, de origen judío y con un fuerte "apetito sexual", en una sociedad yanqui setentera ultraconservadora. Y encima, aspirante a feminista que se folla a todo lo que se mueve, incluidos sus múltiples psicoanalistas.

Una novela sorprendente y brillante en todos los aspectos. Inteligentísima, con memorables escenas trágicas, cómicas, tragicómicas, y profundamente reales en las que de un modo o de otro uno se siente identificado a poco que tenga algo de sangre en las venas (incluso si eres un hombre). Un lenguaje claro, que llama a las cosas por su nombre, tanto que a veces chirrian en boca de quien las dice. Una mujer que quiere ser libre en todos los aspectos en una sociedad conservadora y machista, donde la sexualidad se convierte en un problema más psicológico que físico, y la soledad y la libertad van tan indivisiblemente unidas que le lleva a un profundo vacio personal.

Brillante, imprescindible, inolvidable.

lunes, agosto 30, 2010

La sesuda reflexión del lunes

“Inventario general del mundo”

Arthur Bispo do Rosario fue negro, pobre, marinero, boxeador y artista por cuenta de Dios.
Vivió en el manicomio de Río de Janeiro.
Allí, los siete ángeles azules le transmitieron la orden divina: Dios le mandó a hacer un inventario general del mundo.
Monumental era la misión encomendada. Arthur trabajó noche y día, cada día, cada noche, hasta que en el invierno de 1989, cuando estaba en plena tarea, la muerte lo agarró de los pelos y se lo llevó.
El inventario del mundo, inconcluso, estaba hecho de chatarras,
vidrios rotos,
escobas calvas,
zapatillas caminadas,
botellas bebidas,
sábanas dormidas,
ruedas viajadas,
velas navegadas,
banderas vencidas,
cartas leídas,
palabras olvidadas y
aguas llovidas.
Arthur habia trabajado con basura. Porque toda basura era vida vivida, y de la basura venía todo lo que en el mundo era o había sido. Nada de lo intacto merecía figurar. Lo intacto había muerto sin nacer. La vida sólo latía en lo que tenía cicatrices.


Eduardo Galeano